Reflexiones sobre la muerte de Fidel Castro

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alejandro-puentesAutor: Alejandro Puentes, Co Director Programa Especialización Coaching Ontológico Organizacional 

Primero que nada, sabemos que es complejo escribir sobre un tema tan controversial como este. Es más, como equipo Fractal tuvimos internamente nuestra propia y rica discusión al respecto. ¿Cómo escribir desde la mirada Ontológica (Ontología del Lenguaje) acerca de este evento que ha marcado (y seguirá marcando) las noticias de estos días? ¿Cómo hablar de Fidel Castro sin caer en una posición u otra? Difícil misión, pero no imposible a nuestro juicio.

 

¿Tenemos algo que decir los Coaches Ontológicos respecto de la muerte de Fidel? ¿Podemos dar nuestra mirada sin caer en alguna postura política? Nos parece que sí, porque no queremos hablar acerca de la figura de Fidel Castro, ni de su legado, ni de cómo finalmente lo juzgará la historia, sino queremos hablar de los fenómenos humanos, que se activan, producto de las distintas miradas sobre un mismo fenómeno. Así, a mi juicio, los Coaches Ontológicos podemos tener muchas posturas, sin embargo, la que nos constituye como tales, es una  que radica en el claro ontológico.

 

Es desde ahí que sí podemos hablar de lo que provoca la muerte de un personaje como este. Nuevamente y a pesar del tiempo y de la historia, todos somos testigos como en Facebook, Twitter y en general en las redes sociales y el mundo político se vuelve a dividir y generar opiniones diversas en pro o contra de su obra y su persona.

 

Cuando en el coaching ontológico hablamos del modelo del observador, existe una primera mirada por parte de los que escuchan, generando una reacción como diciendo «obvio», todos observamos el mundo de una manera distinta. Ya no cabe duda acerca de este modelo a nivel intelectual. ¿Pero qué pasa a nivel emocional? ¿Qué pasa en nuestro cuerpo cuando nos dicen que Fidel es de una manera o de otra?

 

Claro está que la muerte de un personaje así nos pone en una opinión debido a nuestros valores más intrínsecos. Nuestros valores más profundos se ponen en juego con la muerte de un personaje que ha marcado la historia (para bien o para mal júzguelo Ud.) del siglo XX. Estar o no de acuerdo con la mirada valórica de un personaje histórico radica a mi juicio la discusión que estamos viviendo.

 

¿Y cómo podemos aportar entonces desde el pensar ontológico acerca de un hecho tan relevante? ¿Cómo somos conscientes de que la muerte de Fidel Castro marca un quiebre, una muerte que pone en duda, paradigmas antiguos que están en nuestro «inconsciente colectivo»?

 

Ahí es dónde radica a mi juicio nuestra responsabilidad como coaches ontológicos. ¿Estamos emocionalmente y corporalmente conscientes de que los seres humanos pueden tener diferentes interpretaciones frente a un fenómeno como éste? ¿Podemos entrar en el profundo respeto del observador del otro? ¿Cómo sería el mundo si no sólo cognitivamente comprendiéramos el modelo del observador, sino que además lo «incorporáramos» y lo integráramos al nivel de nuestras conversaciones con otros en nuestra corporalidad? Seguro podríamos mirar el fenómeno de la muerte de Fidel para ir construyendo desde nuestras miradas, un mundo más integrado y respetuoso. Validando nuestros valores más profundos y comprendiendo que finalmente la radicalización de una verdad personal no sólo nos divide, sino que nos pone nuevamente en un paradigma de un siglo que ya pasó.